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Teoría sobre el origen del ser humano


Hablábamos hace poco de la procedencia celestial de la mayoría de los dioses antiguos y de una posible base real de dicho origen. El ser humano podría proceder de una vida extraterrestre.


Las tradiciones contadas por los indios norteamericanos y transmitidos de generación en generación también hablan de esta unión de los humanos con los venidos del cielo.


Los propios maories hablan del origen de su raza como la unión entre la hija de un jefe y un príncipe del “país de los cielos”.


Los mitos japonés y los aborígenes australianos también habla de ese origen llegado del cielo, lo sorprendente es que las mismas ideas se repiten en culturas que en la antigüedad no tuvieron ningún tipo de relación entre si con lo que no hay dudas de algún tipo de “copia” de los mitos.


También son muchas las culturas que en sus tradiciones más antiguas hablan de la llegada de los dioses sobre carros voladores y carros alados. Para alguien que no ha visto nunca un avión ni una nave espacial es sin duda una buena forma de describirlos.


Von Daniken y otros estudiosos de la cuestión incluso llegan a afirmar que la vida en la tierra tiene un origen extraterrestre. El ser humano seria una raza creada y llegada desde otro planeta hasta la tierra. Seriamos como una colonia de seres extraterrestres traídos hasta un planeta ideal para la vida como es la Tierra...

El Niño Imán



Iván Stoiljkovic originario de Croacia y de tan sólo seis años se ha convertido en todo una sensación, tiene un inexplicable ‘don magnético’ es decir, la habilidad de adherir a su cuerpo objetos metálicos como monedas, tenedores, sartenes y cuchillos.


De acuerdo con información publicada por el diario británico Daily Mail en su edición digital, sus padres se dieron cuenta de ésto cuando al niño se le quedó pegada una cuchara al cuerpo. Aseguran que al igual que los superhéroes posse super fuerza y que sus heridas cicatrizan mucho más rápido que las de otros niños de la misma edad.


Ivan, es capaz de mantener adheridos a su cuerpo objetos de hasta 25 kilogramos de peso.


El diario menciona que “la familia de Ivan cree que tiene capacidades extraordinarias, por su gran fuerza y porque es capaz de aliviar los dolores con solo acercar las manos a la zona afectada”.


Los médicos de la localidad, en la ciudad de Koprivnica, al norte del país no pueden explicar qué hace que Ivan funcione como un imán...















































Los Annunakis

Los Anunakis o Annunakis eran Dioses de los Sumerios y los Akadias, según algunos investigadores, el nombre de los Anunakis, significa “Los de Sangre Real”.
Se habla mucho de los Anunakis, como aquellos que ofrecieron el conocimiento a la civilización de los Sumerios, pero al parecer estos dioses estelares, no tenían la intención de ayudar a la raza humana, sino de convertirlos en esclavos.


Hay textos que hablan que ellos se juntaron con nuestra especie y que incluso, según algunos, modificaron parte de nuestro ADN para potenciar nuestras capacidades mentales y así poder ser útiles para ellos.

Sobre los Anunakis se habla de todo, desde que incluso hoy en día están entre nosotros, que forman parte del nuevo orden mundial y que han creado un sistema político-social para sus intereses.

Desde Misterios y Secretos, dejando a parte las conspiraciones y dudosas investigaciones, si que vemos que en las tablas sumerias, se habla de Dioses que vinieron del cielo, que estuvieron entre nosotros y creemos que sus escritos, son muy similares a los textos sagrados de muchos cultos y religiones. Creemos que algo debía pasar en el pasado, para que culturas que en teoría no se conocían, pensaran que los dioses vinieron del espacio y que se unieron a las mujeres para crear “hombres-dioses”.

Otra cosa que está clara es que los Sumerios consiguieron información sobre el sistema solar, que en teoría, era imposible conseguir a partir de sus conocimientos científicos y su escasa tecnología. Pero como sucede con los Mayas, los Egipcios y los Hindúes, entre otros, algo debían pasar para que consiguieran un conocimiento del cosmos, que para nosotros nos es difícil conseguir con nuestra tecnología actual.

Duendes




Los duendes son Espíritus de la Naturaleza, al igual que las hadas y los elfos, solo que ellos son más traviesos y les llama más la atención el contacto con los humanos, es por eso que se acercan más a nosotros y hay más experiencias con ellos que con hadas y que con elfos u otros Espíritus de la Naturaleza. Ellos suelen visitar nuestras casas, y si la energía de nuestros hogares les parece cómoda, podrían quedarse con nosotros. Los espíritus de la naturaleza y los seres de el plano en el que habitan ellos (el Plano Astral) se alimentan de la energía que emana los sentimientos de las personas, por lo que si en tu hogar hay malos sentimientos o pensamientos, atraerás seres que se sienten cómodos con esa energía, y pueden ser duendes que hacen travesuras bastante desagradables, o espíritus de otro tipo (no espíritus de la naturaleza) que sean malvados. Pero si por el contrario hay buenas
 vibras en tu hogar, atraerás a espíritus de esas vibraciones, y no hay que qué preocuparse



  A los duendes no les gusta ser encasillados, por lo que si estás en presencia de un duende, te será casi imposible definir cuál es su verdadera forma, ya que variarán en todo momento, incluso pueden mostrarte como son y tú no te darás cuenta que esa es su real apariencia. Es por esto que no se sabe con precisión cuál es su real apariencia. En la literatura uno puede encontrar descripciones, pero lo que no se sabe si son así realmente o es así como se muestran. Pero quizá su apariencia sea similar a como se muestran. De todos modos, debe haber personas que conozcan su real apariencia. 
Detrás de sus travesuras, hay algo que nos quieren enseñar. Cuando las cosas tienen que desaparecer, desaparecen, y cuando tienen que reaparecer, reaparecen. Quizá los duendes tengan que ver en muchas de las desapariciones y reapariciones de los objetos. Puede que con esos actos nosotros tengamos que aprender algo.
Los Maestros, que trabajan en sanaciones, llaman a los duendes como los “hermanos menores”, quienes en trabajos de sanación están ahí conteniendo  las energías y ayudando.
El carácter de los duendes es como el de un niño, pero su sabiduría y conocimiento de las cosas es enorme, no hay que subestimarlos, a veces por medio de su carácter nos enseñan cosas, otras veces solo juegan y nos enseñan a divertirnos. Pero si tienes un permanente contacto con los duendes y aprendes a jugar como niño, también debes recordar estar aterrizado, con los pies bien puestos sobre la tierra, de lo contrario, estarás “flotando”! Así que recuerda mantenerte bien aterrizado si tienes un duende de amigo!
Se cree que ese carácter juguetón representa lo que nos hace falta a nosotros los humanos, y ellos nos ayudan a recuperarlo…

Sirenas


Las sirenas son mujeres-pez de gran belleza
   y  con una preciosa voz...

La leyenda cuenta que eran seres humanos en el pasado, pero fueron convertidos en un pez por poderes desconocidos. También hay teorías sobre un tipo de sirena alada que acabó degenerando en la mujer-pez que hoy conocemos.


La parte superior de su cuerpo es una hermosa mujer de piel bronceada y de cabellos verdosos. Su parte inferior es la de un pez con cola y escamas verdes-plateadas. Su complexión es parecida a la de los seres humanos, con mismo el peso y altura. Aunque las sirenas suelen vivir unos 150 años.


Su alimentación se basa en algas, plancton y peces pequeños. Para respirar bajo el mar usan las escamas de su parte de pez, que les permiten estar varios días bajo el agua sin necesidad de salir a la superficie.
Los machos son conocidos como sirenos o tritones. La sociedad de estos seres es fuertemente patriarcal. Sus poblados están instalados en acantilados y arrecifes. Están construidos con corales y conchas marinas. Les gusta habitar en paz y armonía con su entorno.


Las sirenas son muy coquetas y les encanta adornarse el pelo con corales y conchas. Suelen salir a la superficie y tumbarse sobre rocas a entonar sus cantos. El canto de la sirena es muy dulce y melodioso. Muchos marineros han encontrado la muerte al escuchar este canto tan sugerente...


















La peña

    La Peña
Una roca domina parte de la Cordillera del Bálsamo y ofrece una panorámica de altura, la otra alberga antiguas figuras grabadas, pero son conocidas más por los relatos sobrenaturales que las rodean

Unos dicen que El Peñón tiene oro en sus entrañas, otros suponen que adentro descansa una laguna porque es “brazo de mar”. Lo cierto es que esta peña, conocida también como “La Piedra de Santiago” o “Kepis salvadoreño”, porque algunos lo asemejan con una gorra militar, es un tesoro de mitos y leyendas.
Es un risco que se localiza a unos cuatro kilómetros de Comasagua, en La Libertad. Y por elevarse a unos mil metros sobre el nivel del mar es divisada desde el mar, por lo cual los comasagüeños también lo llaman orgullosos “El Faro del Pacífico”.
Aunque no ilumina por las noches a los navegantes del océano, esta roca gigantesca, que parece a punto de desprenderse, ha encendido la llama de la imaginación a través de los años y terminó por conquistar incluso a unos “señores norteamericanos” que querían comprobar si en realidad había oro en su seno.
Los vecinos relatan que estos extranjeros intentaron comprar la propiedad donde se asienta la peña, en la jurisdicción de los cantones El Faro y El Peñón, pero no lo lograron; tampoco se les concedió el permiso para explorar el sitio y encontrar un valioso yacimiento, partiendo del hallazgo de un trozo de oro encontrado “por un señor”, cuyo nombre no recuerdan.
Saber si hay oro o agua es algo que intriga a los lugareños, como a doña Juana López, oriunda de El Faro. “A nosotros lo que nos da miedo de esa gran piedra es que no se sabe en qué está asentada, pues según se dice tiene agua adentro y que un momento a otro se puede venir abajo y caernos encima”, señala.




Seres invisibles
Al igual que doña Juana, otros lugareños repiten sus temores y también sus creencias acerca de El Peñón.
Laura Rodríguez, una profesora jubilada que por varios años trabajó en la escuela del cantón, recuerda cómo una tarde fue invitada por una voz a que subiera a la peña, a lo que aceptó encantada, pues llegar a la cima, escribir allí poemas y cantarle a Dios era uno de sus hábitos favoritos.









“Estando arriba me acosté y coloqué mi oído sobre la superficie de la peña y escuché, no sé si por el efecto del agua que allí pueda correr, un graznido de patos, el chillido de cerdos y voces de una multitud a la que solo se le entendía sílabas como na... ma... pe...; cosas así; no entendía más”, refiere hoy la maestra.
En otra ocasión, mientras se bañaba a las cinco de la mañana en el río conocido como “El Chico”, próximo a El Peñón, una voz le preguntaba repetidamente desde el agua: ¿No tiene frío señorita? Ella contestó: No, chica, no tengo frío. Ven y báñame.
La profesora recuerda que aquella breve conversación la interrumpió el saludo de un militar que pasaba por allí. “Cuando he contado esto, a algunas gentes me han tildado de loca y bruja, y yo no tengo culpa de haber vivido esas experiencias”, asegura.
Pocos kilómetros abajo de El Peñón, en el cantón San José Guadalupe, se yergue solitaria otra piedra de menor tamaño en medio de una marchita plantación de maíz, la que también es rica en historias.



La patada del diablo
“Los abuelitos decían que allí hacían pactos con el demonio los antiguos señores ricos”, repiten los vecinos de todos esos cantones y caseríos, según han escuchado de sus ancestros, supuestos testigos de lo que allí pasó.
“Arriba de los dibujos (petroglifos) que tiene la peña bien se ve la gran huella del zapato que ha dejado el diablo”, añade un joven. En efecto, la piedra presenta una figura apenas perceptible que se asemeja a la huella de un enorme pie.
Si esa forma es un rastro del diablo o solo un capricho de la naturaleza, no se sabe; lo cierto es que para los lugareños es prueba suficiente de que en ese lugar se invocaba al demonio.








Pero el temor persiste. “Al estar uno solo en ese lugar, bien quizá lo puedan asustar. Por eso es que desde hace tiempo allí nadie vive; ocupan esas tierras solo para sembrar y la gente llega solo para ver las figuras que están grabadas en la peña”, comenta Elba López.

Aunque ahora “La Peña Herrada”, como la llaman popularmente, es ofrecida más como el escenario de antiguos pactos con el diablo para obtener riqueza, pero también conquista por sus valiosos y antiguos grabados, que ya han sido estudiados como parte del patrimonio cultural del país.
La presencia de estos petrograbados que testifican sobre presencia humana hace miles de años en ese lugar impulsó hace años, según los lugareños, al Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), a protegerlo, pero el anterior dueño de la propiedad lo impidió y cuentan que quemó leña al pie de la piedra para borrar todo vestigio.
Doña Juana López tampoco comprende el valor histórico de esos glifos, solo sabe explicar que la piedra es un símbolo de una época en la que imperaron los rituales demoniacos y en la que hoy “ya no hay necesidad de que hagan pactos porque ahora con tanta maldad que hay en el hombre bien, fácil se gana el diablo sus almas“.
Ciertas o verdaderas, esas historias sobrenaturales que rodean a la “Piedra Herrada” y “El Peñón” son un tesoro cultural que enriquecen aún más nuestro folclor.







   Vista de altura
Visitar Comasagua, especialmente antes del terremoto, suponía un paseo obligado a la Piedra de Santiago, que se eleva a unos mil metros sobre el nivel del mar. Y es que escalarla significa gozar de una sensación refrescante, casi celestial. 
Después de subir más de setenta gradas de concreto que construyera la anterior administración municipal para facilitar el acceso a la peña se encuentra con una pequeña planicie rocosa coronada por una cruz metálica que recuerda tiempos en que allí se celebraba misa.
Desde allí se divisa gran parte de la Cordillera del Bálsamo, el volcán de San Salvador, los árboles y el mar Pacífico con sus barcos. Subir a esta cima rocosa y observar todo lo anterior es en verdad la recompensa a una agotadora escalada que comienza en la finca El Faro.

Centauros


Centauro


La hermosa raza de los centauros habita en las regiones montañosas de Arcadia y Tesalis, en Grecia. No hay visión más impresionante que la de una tropa de centauros galopando por la ladera de una montaña, con las cabezas y troncos humanos a manera de mascarones sobre los poderosos cuerpos de caballo.
Su noble apariencia no concuerda con su carácter, y de esto se puede culpar a su linaje. Ixión, un redomado bribón, fue el padre de una rama de la familia, y Crono el de la otra. Sin embargo, los descendientes de Crono y su esposa Fílira, una hermosa ninfa marina, son de naturaleza muy diferente a los de Ixión.
Zeus invitó a Ixión al Olimpo para purificarle de sus pecados, pero Ixión respondió a su hospitalidad tratando de seducir a la diosa Hera. Esta se le escapó transformándose en una nube e Ixión tuvo que satisfacer su deseo con Néfele, una nube creada por Zeus a semejanza de la diosa. De esta unión nacieron los primeros centauros.
Los centauros pronto demostraron que combinaban la fuerza de un semental con la codicia, la lujuria y la arrogancia de los hombres. Les gustaba beber vino casi tanto como perseguir jóvenes adolescentes, y les encantaban las peleas de borrachos. Hicieron gala de todas estas cualidades cuando irrumpieron en la boda de Prirítoo, hijo humano de Ixión, con Hipodamía. Los centauros se emborracharon con el vino de la boda y trataron repetidamente de violar a la novia, hasta que Teseo y Pirítoo les expulsaron violentamente.
Los centauros sólo eran leales a Eros, dios del Amor, y a Dionisio, dios del Vino. Una cabalgata de centauros de parranda, con Eros azuzándoles y Dionisio tambaleándose borracho en su carro, hace que todos los hombres encierren a sus esposas e hijas y atranquen la puerta de sus bodegas. Los descendientes de Crono se mantuvieron apartados de estas francachelas. Crono y Filiar engendraron a Quirón, un centauro erudito que se encargó de la crianza y educación de muchos héroes griegos. Su descendencia llevó una vida sobria y estudiosa, en fuerte contraste con la bravuconerías, borracheras y escándalos de la otra rama de la familia.

Una de las leyendas de la mitología griega cuenta que el primer centauro fue Chirón. Chirón era un titán que entró en guerra con los jóvenes dioses el Olimpo, pero perdió. Como castigo, Apolo, el dios de la luz y la razón, lo convirtió en mitad hombre y mitad caballo.
En esta leyenda, se narra como fue herido por una flecha venenosa, y tras un tiempo de agonía renunció a su inmortalidad. Chirón cedió su inmortalidad a Prometeo, otro titán. Zeus, como agradececimiento por este gesto que tuvo Chirón, dibujó la forma de centauro en una constelación y le dio el nombre de Sagitario.
El centauro es un ser con cuerpo de caballo y el torso, brazos y cabeza de hombre. Habita en equilibrio con la naturaleza, así que sólo caza lo que necesita para vivir y si tala un árbol, planta otro. Suelen ser encontrados en prados, claros y bosques de hoja caduca. Son muy sociables con otras especies del bosque.
Son conocidos por sus habilidades con la lanza y con el arco, aunque también pueden usar garrotes y escudos a la hora de la lucha. Son seres de gran fuerza, sobre todo por su parte animal, esta parte de caballo les permite cocear, pisotear y cargar con lanza.
Su sociedad está formada por los centauros guerreros, miembros de la tribu, y al menos un sacerdote, que será considerado un líder.
Es famosa su afición por el vino, que les tranforma en seres desagradables y algo toscos, incluso agresivos.

Ave Fenix

                                                   AVE FENIX
                     EL AVE FENIX, UN PAJARO LEGENDARIO
De las muchas leyendas que han protagonizado los flamencos, quizá las más antigua es una tradición judía que afirma que el chol fue el único animal del Edén que resistió la tentación y conservo la vida eterna. Los egipcios las  modificaron un poco y dieron al flamenco el nombre de fénix, vocablo que se refiere a su color rojo, considerándolo un animal fabuloso, una especie de semidiós según la tradición, el ave fénix se consumía por acción del fuego cada 500 años, y un ave fénix nueva y joven surgía de sus cenizas.

Este mito se extendió ampliamente entre los griegos, que le dieron el nombre de Phoenicoperus, esto es alas rojas, apelativo  que se extendió por toda la Europa romana y ha sido posteriormente adoptada para denominar al gran flamenco por todos los científicos del mundo.

Durante la dominación romana, los primeros cristianos, influidos por los cultos helénicos, hicieron de esta singular criatura un símbolo viviente de la inmortalidad y de la resurrección. En la mitología del antiguo Egipto, el ave fénix representaba el Sol, que muere por la noche y renace por la mañana. Otro simbolismo que se le da al ave fénix es de la esperanza, ya que representa la esperanza que nunca debe morir en el hombre.

Los Trolls




los Trolls son seres elementales 
que forman parte de la mitología nórdica, especialmente Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia. El origen del vocablo Troll sigue siendo incierto, sin embargo, han quienes afirman que está relacionado con el comportamiento violento; para la mitología Escandinava, Troll se refiere a cualquier ser extraño, incluyendo otros elementales; mientras que para los suecos, la palabra trolleri se usaba para referirse a un tipo especial de magia que causaba daño.



Regidos por la Luna, de donde obtienen su energía, los Trolls son elementales de la tierra, por esto es posible encontrarlos en lo más profundo de las cuevas o en los bosques más oscuros y siempre alejados del contacto humano, en caso de llegar a encontrarse con ellos, el Troll puede ser capaz de proporcionarle toda clase de regalos o brindarle su ayuda si realmente lo necesitan, aunque esto no se da muy a menudo.


Físicamente son grotescos, se caracterizan tener una gran nariz y porque son además extremadamente feos (todo lo contrario a los elfos ), además son sucios y descuidados, de cabellera enmarañada y sucia; su estatura puede ir desde el tamaño similar a un gnomo , o incluso más pequeños alcanzando solamente 10 cm o llegar a ser verdaderos gigantes de más de cuatro metros de altura. Otra aspecto que distingue a los trolls de otros seres fantásticos es que tienen únicamente cuatro dedos tanto en pies como en manos, que son generalmente más cortas en proporción con su cuerpo, y algunos de ellos tienen sólo un ojo. Es común que los Trolls carguen consigo grandes riquezas y tesoros que cuidarán con gran celo y sólo se desprenderán de ellas cuando algún compañero se encuentre en peligro.


Una de las principales razones por la que viven en sitios alejados y oscuros como los bosques y las cuevas, se debe a que pierden sus poderes al salir de ellos, lo que los convierte en presa fácil de sus principales enemigos, los gnomos , quienes al saberlos debilitados les hacen sufrir toda clase de torturas; aunque por el contrario, si un Troll tiene la oportunidad de tomar como prisionero a un gnomo, se encargarán de torturarlos.


De acuerdo con la mitología, los Trolls formaron parte de una raza antropomorfa cuya función fue cambiando conforme pasaba el tiempo, así encontramos gigantes malvados, salvajes parecidos a los hombres, grotescos, torpes y distraídos de fuerza descomunal o incluso seres completamente serviciales necesitados de cariño. La creencia general es que odian la luz y quizá por ello casi siempre se les ha asociado con el mal, en algún tiempo incluso se pensaba que como eran seres malvados se dedicaban a secuestrar humanos, especialmente niños, para convertirlos en sus esclavos y llevarlos a las montañas, de ahí surgió el nombre de bergtagen o “llevados a la montaña”; si alguno de estos humanos lograba escapar, no volvería a ser nunca el mismo y permanecería afectado y al borde de la locura.


A pesar de que los Trolls son seres esencialmente mitológicos, es con la llegada de la literatura infantil entre los siglos XVIII y XIX que comenzaron a formar parte de los cuentos de hadas que los identificó claramente como seres malvados.

Los Elfos

Los elfos son espíritus o duendes extremadamente poderosos y bellos con apariencia humana, habitan en los bosques, cuevas o fuentes al norte de Europa. Tienen una apariencia frágil y se asemejan mucho a los humanos aunque son mucho más atractivos, de mejor figura y menor tamaño; otra característica que los diferencia de los humanos son sus orejas puntiagudas, su piel extremadamente pálida o en pocas ocasiones verdosa y sus grandes ojos almendrados. Algunos creen que forman parte de una raza menor de dioses de la fertilidad, también pueden personificar a las distintas fuerzas de la naturaleza, como es el viento, el agua, los bosques, las montañas, las cuevas, etc. Se cree también que los elfos son más antiguos que los humanos y su origen es germánico, adoptados posteriormente por la tradición anglosajona y más tarde, durante la Edad Media, se dijo que provenían de Escandinavia.


La denominación Elfo tiene su origen en el nórdico álfr, en el alemán medio elbe y en la raíz latina albus que significa “blanco”. Así encontramos distintos vocablos por todo el norte de Europa donde se creía en la existencia de estos seres; en Escocia, por ejemplo, se les llamaba elfame; en Inglaterra eran identificados como hadas y se le llamaba elves; los alemanes los llamaban alp y elbe; los anglosajones aelpen; los daneses elv; los noruegos alv, alven o alver.


Conforme a la mitología escandinava, mucho antes de la creación de los humanos y del planeta mismo los dioses Odín, Vili y Vé mataron al gigante Ymir o Imo para construir con sus restos al universo, depositaron su carne putrefacta en el interior de la tierra y los gusanos que surgieron de la carne del gigante fueron dotados de inteligencia, estos gusanos más tarde se convirtieron en Elfos y se encargaron de cuidar los elementos de donde provenían: los bosques, la tierra, el viento, etc.


Características de los Elfos
Son seres que poseen una gran sabiduría, tienen una vista muy aguda y son capaces de ver el futuro; a pesar de su aparente fragilidad son increíblemente ágiles, graciosos y sutiles, pero tremendamente discretos y raramente son perceptibles al ojo humano. Todo en los elfos está lleno de gracia, desde la forma en que se mueven hasta la forma en la que hablan, que suele ser melodiosa; gracias a su excelente oído, tienen también habilidad con la música.


Son seres alegres, de carácter travieso, y bromista, les gustan las fiestas y cualquier tipo de celebración, son apasionados de la música, del baile y, desde luego, de la poesía. Bailan hasta que los gallos anuncian la salida del sol y cuando esto sucede se desvanecen instantáneamente dejando sólo sus huellas en los suelos de los bosques. La presencia de los humanos no les resulta grata y prefieren no toparse con ellos, los consideran inferiores al llegar a la tierra milenios después y devastar todo lo que está a su paso.


Visten en tonos verdes que van de acuerdo con los bosques en los que viven y con ello logran camuflarse y ser casi imperceptibles a los humanos, son diestros en el uso del arco y la espada, una de sus principales misiones es proteger el hábitat en el que viven y para ello utilizan sus poderes mágicos.


En cuanto a su organización social, es bastante parecida a la de los humanos, tienen un sólo rey (en la mitología germánica era el rey Freir) y en general se rigen sólo por las leyes más elementales, generalmente están divididos en grupos de 100 o 200 elfos. Sus enemigos naturales son los orcos y los goblins, tienen serias diferencias con los enanos y en relación con los humanos, prefieren no mezclarse pues, como ya se dijo, los consideran inferiores.


Por último, los elfos son inmunes a las temperaturas extremas y cualquier tipo de enfermedades, son casi inmortales lo único que los puede dañar y matar es la violencia o la pérdida de interés en la vida.

Las Hadas

Las hadas son seres fantásticos e inmortales estrechamente ligados a la naturaleza, generalmente femeninos (aunque también hay hombres) que tienen el don de la adivinación y poderes extraordinarios. Se les conoce también como la Buena Gente, los Señoriales, el Pequeño Pueblo y los Hombres Verdes.

El término Hada (Homo fata vulgaris) proviene del latín fatum que quiere decir “hado”, “oráculo”, “destino” o “encantamiento”, de ahí que también se les conoce como fatas o fades. En Italia se les conocía como fatae, en Francia como fée, más adelante, cuando las leyendas de las Hadas llegaron hasta Inglaterra el término se convirtió en fays, lo que finalmente se transformó en fairy de ahí la frase en inglés Fairy tales para referirnos a los cuentos de hadas.

El origen de las Hadas varía de acuerdo con la región y la cultura de cada pueblo; hay quienes piensan que su origen se dió en la antigua Roma cuando decidieron acompañar al ejercito romano en la conquista de Europa y se instalaron en los pueblos que los romanos conquistaron; los celtas, uno de los pueblos más antiguos de Europa, creían que las hadas descendían de los ángeles caídos que fueron expulsados del cielo y se refugiaron en la naturaleza: mar, aire, cuevas, ríos, montes, bosques, etc.; las creencias de otros pueblos ven a las Hadas como los seres más antiguos del planeta que existieron incluso antes de la formación de los mares o de todo lo que conocemos actualmente en la tierra; y se podrían seguir contando un sin fin de historias del origen de las hadas.

En cuanto a la fisonomía de las Hadas y debido a que son parte de un imaginario colectivo en los pueblos europeos, no resulta sencillo dar una descripción detallada y exacta; sin embargo, se dice que son seres de extraordinaria belleza que adoptan la forma de un humano perfecto. Su tamaño varia, pero son diminutas y van desde escasos centímetros hasta las que alcanzan la altura de las rodillas de un hombre bajo; aunque pueden cambiar de tamaño a voluntad disminuyendo hasta el tamaño de una nuez o bien, creciendo hasta alcanzar la altura de un humano. La mayoría de ellas posee alas que no necesariamente utilizan, pues pueden transportarse echando mano de sus poderes. Sus orejas son puntiagudas, sus vestidos varían en colores y dado a que son seres en estrecha relación con la naturaleza, pueden también adoptar formas de flores, mariposas, aves, etc., todo esto, dependiendo su estado de ánimo.

La hadas se alimentan de frutos, flores, plantas, bayas, frutas, granos; hay las que se alimentan de huevos de diversas aves y queso; beben rocío, agua de manantial, miel o el néctar de las flores y jamás se resistirán al jengibre, la cebada y los pasteles. Sin embargo, nunca comerán carne o pescado pues esto está en contra de la vida misma; tampoco les gusta la leche de vaca pues la consideran demasiado espesa.

Al contrario de lo que se piensa, las Hadas no son invisibles, pero sólo algunos humanos son capaces de verlas fugazmente y únicamente si ellas lo permiten a través del “glamour” (poder mágico); cuando esto sucede, su cuerpo se cubre de una luz dorada, tornasolada y/o transparente.

Por último, las hadas nunca envejecen y pueden llegar a vivir hasta 600 años, una vez alcanzado este ciclo regresan al plano astral o se reincorporan al elemento de la naturaleza del que fueron creadas.